El otro día, Crispín, el sapo que vive en Chil land, me dió un susto de muerte...
Cuando arrancaba hierbas en el huerto, el muy cabrón, estaba a la fresca escondido en la humedad de la tierra. Ostia!!!
Pero, como llevaba guantes, ya sabéis eso de que si echan veneno, que te escupen y bla, bla, bla...
Pues mentira, pero guantes llevaba.
Eso sí,se hinchó como un globo y me miró con ojos rojos de dragón, así que lo dejé con otra fresca y tan amigos. Hasta pronto, Crispín..
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