A partir de una madeja de lana de oveja sin tratar (100
gramos), he preparado madejitas pequeñas para ir haciendo pruebas de color empleando distintos materiales vegetales que tenía a mano.
Primero es necesario tratarla con un mordiente, en este caso alumbre y cremór tártaro para que luego se fije bien el color. (se hierve como una hora). Estos han sido los resultados:
- Con frutos de zarzamora de la temporada anterior (los tenía en el congelador). En proporción 1:1 lana y moras. Obtuve un color azul oscuro al hervirlo en agua casi una hora. Después hice otra prueba con solo diez minutos y salió un gris azulado más claro.
- Con líquenes (musgo de roble) recogidos el día
anterior, en proporción 1:2, salió un tono amarillo dorado.
- Con hojas de sauce cabruno a 1:1 adquirió
amarillo claro.
- Con ortigas frescas, troceadas y en proporción
1:6 la lana se tornó color pistacho.
- Con flores de borraja silvestre (1:5) salió amarillo-verdoso,
- Con pétalos de flores ( lilo, caléndula y rosa),
de nuevo viraba a amarillo, así que añadí un vaso de vino tinto (por su contenido en taninos) y voilá, obtuve
un tono verde.
Me ha gustado la experiencia, así
que seguiré con el resto de madejas y probaré con cebollas, zanahorias, amapolas…A ver si consigo tonos rojos,
ocres, morados..
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